viernes, 20 de agosto de 2010

Te acordás de cuando estaba todo oscuro y lo único que nos iluminaba era la luz de ese satélite tan cercano a nosotros? Extraño tanto esa luz de luna, extraño tanto hablarle sabiendo que no soy la única que la adoro de esta forma, sabiendo que escucha los testimonios de tantos, ya sean enamorados, solitarios, felices o afligidos. Estoy orgullosa de haber pasado por todas esas fases en mi vida, tuve la oportunidad de apreciarla, no tantas veces como me hubiera gustado, pero las suficientes como para que escuche mis plegarias, hasta lo hice acompañada. Acaso existe algo más hermoso que lo que nos dá la pura naturaleza? Si a veces escapo de la ciudad es solo porque extraño estas charlas tan fluidas que tenía con ella en esas noches en las que solo sentía paz, Dios, como extraño esa paz. Recién ahora me doy cuenta de lo que tenía cuando vivía en el mundo de nadie, ahora no hay día que no estés en boca de alguien bajo la ciudad de las luces. Busco la paz dentro mío y me decepciona darme cuenta que no la encuentro, y si la encuentro es solo por unos minutos junto con mi música y mis cigarrillos en mi balcón, pero abro los ojos, me saco los auriculares y el no-silencio de la calle me deprime, el escuchar una pareja discutiendo a plena calle, los autos que no hacen más que contaminarme la mente, el ver que hay tanta gente sumida en sus departamentos quemándose las neuronas con el televisor, donde hace rato que no hay nada digno de ver me enferma. Gente, piensen! Por favor a la humanidad, salgan a sus balcones y piensen mirando las estrellas! Busquen esta paz de la que les estoy hablando! Aprecien esta hermosa luna a la que estoy mirando en este momento, no siempre va a estar ahí, y muy pocas veces vamos a tener la oportunidad de hacerlo. Alejen sus diminutos cerebros de las tetas de Granata en Tinelli, ejerciten sus cerebros que tanto lo pide y tanto lo necesitan, sino el día de mañana sus decisiones no las tomarán ustedes en su pura esencia, sino el cerebro modificado por la maldita tv. Traten de ser alguien en sus vidas, pero no olviden de quien realmente son.

1 comentario:

  1. Avisame la próxima vez que te asomes a ver la luna y las estrelas... y en la distancia te acompaño desde mi balcón

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