sábado, 14 de agosto de 2010

Quiero aprender el Lenguaje Universal, quiero descubrir mi Leyenda Personal para así hacer todo lo posible por cumplirla, hasta el día en que yo la descubra no voy a dejar pasar ninguna señal. Quiero hablar el lenguaje del desierto, el lenguaje del viento y el del sol, quiero hablar con ellos y aprender sobre lo que tengan para enseñarme y yo enseñarles nuevas cosas a ellos, como lo que es el amor, lo que es el compartir una historia con alguien que no es efímero en mi vida, como lo debe ser con quien compartan sus historias ellos. Tengo la sensación que no es imposible, que sólo hay que saber interpretar las señales y escuchar lo que tienen para decirnos, que puedo asegurar aún sin haberles prestado atención hasta ahora, que tienen mucho para enseñarnos y así guiarnos por nuestro camino, que si bien no creo en el destino creo en que tenemos un propósito, el cual yo consideraría mi Leyenda Personal, solo que algunos no lo completan por no haber visto las señales que el universo nos da. El hecho de visualizar las señales nos hacen escribir nuestra propia historia, pero siempre con el mismo fin, por eso no creo que el destino esté escrito, porque eso significaría la no existencia del libre albedrío siendo éste el acto de querer interpretar las señales o dejarlas pasar por desapercibido, o hasta saber interpretarlas pero omitirlas en el próximo paso a dar, algo que suena estúpido pero que aún así hay gente que prefiere seguir con su feliz pero monótona vida antes que seguir el sueño que le impuso el Alma del Mundo, que cuando alguien está empecinado en cumplirlo el universo conspira a su favor, y le entrega las señales de las que hablo en bandeja.
Gracias Paulo Coehlo por haberme inspirado a escribir estas palabras, al ponerme otra meta en mi vida.

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