miércoles, 9 de marzo de 2011

¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando de repente comienza a crear una realidad diferente a la realidad misma? Escapamos. Escapamos de nuestros pensamientos, eso es lo que pasa. Huimos como cobardes ante la vida que tenemos, no la aceptamos y no queremos admitir que la realidad que nuestra cabeza creó no es la realidad con la que tenemos que vivir día a día. Pueden ser tanto acciones como una sola palabra la que te encierra en esa vida inexistente. Escaparse a ese mundo puede ser un acto voluntario de uno mismo, tanto como puede otra persona sin querer haber obligado al subconsciente de uno a escaparse, solo por el hecho de saber que lo que te está diciendo no es como te gustaría que sea.
Muchas de las personas eligen este mundo creado en el subconsciente porque ahí se sienten protegidos, nada puede lastimarlos. Y aunque traten de llevar ese mundo de fantasía hacia la realidad, no van a poder, por que lo que la mente imagina muchas veces nunca se puede asimilar con un sueño que llegó a concretarse, ya que por detalles siempre la mente, lo va a haber imaginado diferente.
La mente, la mejor arquitecta que hay. Vos, el obrero del sueño que armó tu mente, pero que por miedo o por lo que sea, no sos un buen obrero, no sos el peor, pero tampoco el mejor. Le tenés miedo a tu propia jefa, tu mente. Tenés miedo de no saber leer los planos que te deja para crear ese mundo que creó ella antes en su oficina. Y el miedo te impide vivir la vida misma.
Lo que no nos damos cuenta, es que cuando estamos en ese mundo, nuestra propia "habitación del pánico", la vida nos pasa por encima del otro lado de la puerta de la habitación. Porque mientras vivimos esa vida segura y feliz, estamos en piloto automático frente a quien nos dio una respuesta tan llena de incertidumbre, que en verdad era mejor no haber generado la pregunta en primer lugar. Y al estar en ese estado de piloto automático te pueden lastimar sin darte cuenta, te pueden dar una buena noticia y vos ni enterado solo por pensar que este mundo no es seguro como lo es tu cabeza.
A pesar de que pueda doler más de lo que te puede hacer bien, hay que vivir la vida sin importar que pase después, ¿te lastimaron y no te lo merecías? Existe el karma, todo vuelve. Dejá de preocuparte por el después, pensá en tu presente, en lo que tus impulsos te dicen que sería lo mejor hacer en ese preciso instante. ¿Querés estar con alguien, pero da miedo el que pasará luego? Solo vos decidís que hacer, para ser capaz de hacer feliz a las personas que están a tu alrededor uno tiene que ser feliz primero, y si eso que no estás seguro de hacer sospechas que te va a brindar felicidad, entonces tirate a la pileta haya o no haya agua, solo para sentir la adrenalina de estar en el aire sin saber si hay algo abajo que te pueda proteger del impacto.
La vida tiende a ser una montaña rusa, y digamos la verdad, no es lo mismo subirse con los ojos cerrados, te sentís más seguro, pero te perdés de todo el trayecto y la emoción de estar ahí en la cima, en uno de los juegos con más adrenalina que hay, la vida.

3 comentarios:

  1. Buena analogía con "la habitación del pánico"... Porque en este momento estoy ahi adentro. Y no se cómo mierda salir.

    Salud y buenos chinos!

    ResponderEliminar
  2. El primer paso es darse cuenta que lo estás, después es cuestión de abrir los ojos y aceptar la vida que le toca a cada uno, y si no es como la esperamos tratar de cambiarla desde la realidad misma. Gracias por comentar!

    ResponderEliminar
  3. Claro, totalmente de acuerdo, el problema es que los 24 me agarraron en una paradoja del no distinguir la realidad de los inventos de la mente, llevándome así a tener CERO CONTROL de la misma. Es una lucha, hay que seguir luchando.

    PD: Escribís muy bien!

    Salud y buenos chinos.

    ResponderEliminar